6. EL CASO DEL HOMBRE QUE QUERÍA SUICIDARSE

En El Guijo, todo el mundo comenta que Pedro, amigo de Julia, está muy desmejorado y apenas sale de casa.
La antigua inspectora debe actuar con rapidez para evitar que termine en tragedia lo que, hasta ese momento, es solo un rumor.

5. EL CASO DEL TESORO ESCONDIDO

Julia recibe una propuesta insólita de Fernando, un joven de Pedroche: descubrir dónde se encuentra un pequeño tesoro que su padre escondió la noche del 23 de febrero de 1981, unas horas antes de morir.
Semejante reto no supone ningún obstáculo para la mente de la ex policía, ávida siempre de nuevos misterios que resolver.

4. EL CASO DEL HOMBRE QUE VEÍA FANTASMAS

Paco, el tío favorito de Julia, la llama por teléfono para invitarla a merendar en su casa de Alcaracejos. Allí conoce a Anastasio, un hombre que vive angustiado porque, por la noche, se le aparecen unos espectros fantasmagóricos.
Como la ex inspectora no cree en ellos, decide investigar.

3. EL CASO DEL PERRO ENVENENADO

Un día, Marta, una compañera de la residencia, le pide ayuda a Julia: Tusi, la perra pequinesa de su hermana Joaquina, está siendo envenenada por su mejor amiga.
La ex policía viaja a Dos Torres y pronto descubre que las apariencias engañan.

2. EL CASO DEL MANUSCRITO DESAPARECIDO

Antonio es un joven poeta de Añora, amigo de Julia, que fallece en trágicas circunstancias.
Un día, su madre visita a la ex inspectora en el CAMF y le comunica que el manuscrito del último poemario de Antonio, todavía inédito, ha desparecido misteriosamente y le pide ayuda para encontrarlo.  
Inmediatamente, la antigua policía inicia su búsqueda.

1. EL CASO DEL ROBO DEL CAMAFEO

Después de un terrible accidente, la inspectora Julia deja atrás su trabajo, a sus compañeros, a la familia, e ingresa en el CAMF de Pozoblanco.

Luchadora innata, se adapta con facilidad a la vida en el centro, comienza a hacer nuevas amistades y encara la vida con optimismo. 

Sin embargo, al poco de llegar, algo llama su atención: una serie de misteriosos robos de objetos personales que tiene en vilo al director y a los residentes. En ese momento, el olfato de sabueso y las dotes detectivescas de Julia se ponen en marcha para encontrar al culpable.